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何震 (Hé Zhèn): Liberación de las mujeres (1907)

Hé Zhèn 何震
Traducción al castellano: @rebeldealegre
A comienzos del siglo 20, las ideas anarquistas comenzaron a circular en China y entre los intelectuales y estudiantes chinos en todas partes. Hé Zhèn 何震 fue una anarquista feminista china que vivía en Tokio y quien, junto a su marido, Liu Shipei (1884-1919), fundaron la Sociedad para el Estudio del Socialismo en 1907. Juntos publicaron uno de los primeros periódicos anarquistas chinos, Justicia Natural [天義 Tianyi]. La posición de las mujeres en la sociedad china se convertiría en un asunto importante para los anarquistas de la región. En ese entonces, el vendaje de pies y el concubinato eran aún prácticas comunes. Los siguientes extractos son de su artículo “Problemas de la Liberación de las Mujeres,” publicado originalmente en Justicia Natural en Septiembre y Octubre de 1907. La traducción (al inglés) es de Hsiao-Pei Yen de la Universidad de Oregon (Departamento de Historia).


El mundo en los últimos miles de años ha sido un mundo construido por la jerarquía de clases y dominado por los hombres. Para mejorar el mundo, necesitamos eliminar el sistema de dominación masculina y practicar la igualdad de modo que hombres y mujeres compartan el mundo juntos. Todos estos cambios comienzan con la liberación de la mujer.
Por miles de años, la estructura social de China ha forzado a las mujeres a ser esclavas sumisas. En tiempos antiguos, las mujeres eran tratadas como propiedad de los hombres. Para prevenir la promiscuidad, los hombres establecieron enseñanzas morales que resaltaban la diferencia entre los sexos. Con el tiempo, la diferencia entre hombres y mujeres fue vista como ley natural. Las mujeres fueron confinadas a sus dependencias privadas, rara vez podían viajar . . . la responsabilidad de las mujeres ha sido limitada a criar los hijos y ocuparse del hogar.

La religión china cree que los descendientes contienen en sí los espíritus de los ancestros, así las personas piensan que la procreación es una manera de lograr la inmortalidad. El sistema político chino trata a la descendencia como propiedad, de modo que las personas consideran la procreación como un medio de obtener riqueza. Por lo tanto, con la religión y el sistema político apoyando la indulgencia sexual de los hombres, éstos tratan a las mujeres como una herramienta para lo reproducción humana.

Además, los hombres chinos rara vez están dispuestos a lidiar con quehaceres triviales del hogar; en vez, hacen que las mujeres hagan todo el trabajo físico así como también se encarguen del cuidado de  los hijos. Hay otras causas que hacen de la crianza de los hijos y de la ocupación del hogar la carrera de toda la vida de una mujer. Primero, los hombres tratan a las mujeres como su propiedad privada. Segundo, el bajo estándar de vida en tiempos pre-modernos hacía que solo el trabajo del hombre fuese suficiente para alimentar a la familia, de manera que las mujeres de familias pudientes casi nunca tenían más trabajo que criar a los hijos y ocuparse del hogar. Así todos los vicios de la esclavitud y el ocio se congregan en torno a las mujeres . . . Solo en las familias pobres las mujeres dependen a menudo de sí mismas para vivir. Trabajan en los campos; son contratadas como sirvientas; o en el peor de los casos, se vuelven prostitutas. Aquellas mujeres, aunque están menos confinadas físicamente, nunca logran liberación espiritual. Por cierto, aquellas que obtienen liberación física son en realidad las más explotadas, las más humilladas, y las más degradadas. . .

Los hombres quieren evitar la liberación de las mujeres porque temen que la liberación lleve a la conducta promiscua de éstas. Mientras más restricciones impongan los hombres sobre las mujeres, más fuerte se torna el deseo de ellas por la transgresión. Tomarán toda oportunidad disponible para desatarse. De modo similar a que, aunque el robo esté prohibido, una vez que el ladrón comprende el valor del objeto, el deseo de robarlo se verá fortalecido. Así, es el confinamiento, no la liberación, lo que lleva al adulterio en la mujer. ¿Cómo pueden los chinos decir que la liberación vuelve promiscua a las mujeres? No entienden la causa real. Mientras más prohiben la liberación de la mujer, más se degeneran las virtudes femeninas. Es por esto que las mujeres chinas no avanzan. . .

La liberación verdadera significa libertad completa de todo confinamiento. El sistema contemporáneo de matrimonio occidental está delimitado por condiciones de poder, riqueza, la moral, y la ley. Aunque se diga que el matrimonio es voluntario, ¿acaso todos los hombres y mujeres en occidente se casan por amor? A menudo los  hombres seducen a las mujeres con su riqueza; las mujeres de familias adineradas también pueden atraer a más pretendientes. A veces, hombres ricos incluso fuerzan a mujeres pobres a casarse con ellos. Este es el confinamiento del matrimonio por la riqueza. En algunos casos, hombres se casan con mujeres de historial prestigioso como un medio para su ascenso; en otros casos, hombres de prestigio y mujeres de bajo estatus social no pueden casarse por sus diferencias de clase. Este es el confinamiento del matrimonio por el poder. Simplemente no existe el matrimonio libre! . . . Aunque las mujeres reciben la misma educación que los hombres en las sociedades modernas gobernadas por la ley, rara vez tienen la oportunidad de estudiar política o leyes, para qué mencionar enrolarse en el ejército o en las academias de policía. Aunque se dice que las mujeres tienen iguales oportunidades que los hombres en el Estado moderno gobernado por la burocracia, éstas no tienen cargos públicos. La igualdad de sexos existe solo de nombre.

La liberación de las mujeres debiese traer a éstas el disfrute de la verdadera igualdad y libertad. El sistema occidental hoy solo lleva de nombre libertad e igualdad a las mujeres. La libertad que claman tener no es verdadera libertad, sino falsa libertad! La igualdad es falsa igualdad!

Sin libertad verdadera, las mujeres carecen de total desarrollo; sin igualdad verdadera, los derechos humanos no son disfrutados por todos. Las mujeres asiáticas, asombradas por el desarrollo de la civilización occidental, creen que las mujeres occidentales son libres y comparten total libertad e igualdad con los hombres. Quieren seguir los pasos de las mujeres occidentales.

Ay! Como estamos en la era de la revolución de las mujeres, no quiero que tengan ellas solo la falsa libertad y la falsa igualdad; espero fuertemente que las mujeres obtengan verdadera libertad y verdadera igualdad!

En años recientes, las personas comenzaron a buscar la liberación de las mujeres en la sociedad china. La liberación de las mujeres puede ser alcanzada ya sea activamente o pasivamente. ¿Qué quiere decir alcanzar la liberación activamente? Es cuando las mujeres luchan por y defienden su propia liberación. ¿Qué quiere decir alcanzar la liberación pasivamente? Es cuando la liberación es ofrecida a las mujeres por parte de los hombres. La liberación de las mujeres chinas hoy ha sido principalmente promovida mediante el modo pasivo. Cuando la mayoría de los defensores del movimiento de liberación de las mujeres son hombres, las mujeres no obtienen tanto como los hombres. ¿Por qué los hombres, que en el pasado promovían profundamente el confinamiento femenino y la constricción femenina, se han volcado a apoyar la liberación de las mujeres y la igualdad de sexos en los años recientes? Hay tres explicaciones. Primero, los hombres chinos veneran el poder a secas. Creen que China debiese seguir el sistema de las principales fuerzas civilizadoras del mundo, como Europa, América, y Japón. Si los hombres chinos prohíben la práctica del vendaje de pies entre sus esposas e hijas, las ponen en la escuela, y las educan, entonces China se consideraría civilizada. Los hombres chinos disfrutarían la fama de la civilización, así también sus familias. Cuando aquellos hombres “civilizados” aparezcan en público con sus esposas e hijas “civilizadas”, serán aplaudidos por su logro. ¿Acaso esos hombres promueven la liberación de las mujeres por el bien de las mujeres? Solo usan a las mujeres para lograr su propia fama. Su preocupación egoísta prueba que tratan a las mujeres como su propiedad privada. Su el desarrollo de las mujeres no afectase a su reputación, no estarían tan interesados en la liberación de éstas. La privatización de las mujeres por parte de los hombres chinos se manifestó primero en su esfuerzo por confinarlas en la antigua sociedad tradicional; y se demuestra ahora en su exhortación por la liberación femenina de acuerdo al modelo occidental.


Segundo, la promoción de la liberación de las mujeres por parte de los hombres chinos tiene que ver con el estancamiento económico de China. Las familias de clase media tienen dificultades en sustentar a sus miembros. Los hombres se dan cuenta de que no se benefician del confinamiento de las mujeres; en vez, les devasta su economía. Así que defienden la independencia de las mujeres y ven su dependencia económica en los hombres como su peor enemigo. Los hombres chinos alientan a sus hijas a ingresar a escuelas para niñas. Las mujeres más avanzadas reciben entrenamiento profesional, en medicina y ciencias, fuera del currículum regular. Los hombres promueven la educación femenina no por el mejoramiento de las mujeres sino por su propio beneficio. Al graduarse, las mujeres pueden sustentarse por sí mismas convirtiéndose en maestras o en hábiles trabajadoras. Además se les fuerza a sustentar a sus familias. Con sus hijas ahora compartiendo la carga familiar, o incluso tornándose en el principal sustento, los hombres pueden disfrutar más de su tiempo libre o usar su dinero en amantes y prostitutas. Mientras los hombres se consienten con placeres sin restricción, sus hijas sufren de la soledad de la adversidad. Los hombres defienden la independencia de las mujeres por su propio beneficio. Esta es la segunda razón de por qué promueven la liberación de las mujeres.

Tercero, los hombres chinos valoran la familia y tienen grandes expectativas para sus hijos. Sin embargo, no son competentes lidiando con las tareas de ocuparse del hogar y criar los niños todo por sí mismos. Quieren que las mujeres tengan esa responsabilidad. Por lo tanto, la economía doméstica es el tema más popular en las escuelas de niñas en China. Incluso el partido recientemente establecido en China (la Alianza Revolucionaria) ha afirmado que la educación doméstica es el cimiento de toda educación. Está implícito que una mujer civilizada puede manejar su hogar mejor que una mujer retrógrada. De hecho, la familia pertenece al hombre, de modo que cuidar a la familia es como servir al hombre; los hijos también pertenecen al hombre puesto que adoptan su apellido en vez del de la madre. Es por eso que los hombres quieren usar a las mujeres para sus propósitos. En conclusión, las tres razones anteriores demuestran que los hombres toman ventaja egoístamente de la liberación de las mujeres. Afirman que ayudan a las mujeres a obtener su independencia y a volverse civilizadas; sin embargo, prometen a las mujeres la esperanza de la liberación pero en realidad las propulsan hacia las adversidades. En la sociedad tradicional, los hombres tenían un estatus superior a las mujeres pero éstas disfrutaban más de libertad física y de tiempo de ocio; en la sociedad de hoy, los hombres son aún superiores a las mujeres, aunque éstas comparten el trabajo de ellos y éstos comparten el placer de ellas. ¿Por qué habrían de sentirse felices las mujeres por ser usadas por los hombres? Las mujeres necias elogian a los hombres por iniciar la liberación de las mujeres. No se dan cuenta de que están haciendo exactamente lo mismo que quienes elogian encarecidamente a los constitucionalistas del Manchú. Los Manchú han bosquejado una constitución, pero no están dispuestos a garantizar poder político al pueblo. Similarmente, la promoción de la liberación de las mujeres por parte de los hombres no quiere decir que las mujeres obtendrán poder real de parte de los hombres.

No estoy diciendo que los hombres debiesen hacer todo el trabajo, ni tampoco sugiero que los derechos de las mujeres no deban ser expandidos y que las mujeres debiesen realizar sus labores por su propia voluntad. Lo que discuto es: el movimiento de los derechos de las mujeres debiese ser lucha de las mujeres, no ser concedido por los hombres. Si las mujeres reciben órdenes de los hombres, han perdido ya su propia libertad; su las mujeres reciben derechos de los hombres, se han vuelto ya dependientes de los hombres. Cuando la liberación de las mujeres está en poder de los hombres, éstos toman ventaja de ellas y en últimas les subordinan a ellos. Es por esto que defiendo que las mujeres debiesen buscar su propia liberación sin depender de que los hombres se la den. Hoy todas las mujeres chinas miran a los hombres como la respuesta a su liberación. Están dispuestas a tomar el rol pasivo porque carecen de auto-consciencia. Sin auto-consciencia, las mujeres son manipuladas por los hombres e incluso les honran. ¿Acaso no son éstas las más desvergonzadas?

He hablado de las desventajas de la liberación pasiva de las mujeres. Sin dudas, hay algunas mujeres chinas que han ansiado la libertad y la igualdad y no quieren ser restringidas por las tradiciones. Su promoción de la liberación parece ser conducida por su propia voluntad. Sin embargo, necesitamos explorar su verdadera motivación. Lo que realmente quieren es satisfacerse en deseos sexuales irrestrictos en nombre de la libertad y la igualdad. Interpretan estrechamente la liberación como el modo de liberar los deseos sexuales. No comprenden que la verdadera liberación puede solo ser lograda si las mujeres avanzan por sí mismas para la obtención del poder de transformar la sociedad. Cuando las mujeres están solamente interesadas en el amor y el sexo, su espíritu de salvación de la humanidad será reemplazado por los deseos excesivos y por lo tanto su misión no será lograda. Es justificable si la obsesión de las mujeres viene de su búsqueda de amor libre. Pero muy pocas mujeres chinas encajan en esta categoría. Algunas simplemente no pueden resistir la tentación e irán con cualquier hombre; algunas son seducidas y se vuelven decadentes. Algunas comercian sus cuerpos por dinero: o bien hacen dinero por medio de la prostitución o coqueteando con hombres ricos. Deshonrarse por la búsqueda de riqueza es la conducta más degradante. ¿Podemos llamar a tal conducta un acto de libertad? Además, dado que el término “liberación” significaba originalmente ser libre de la esclavitud, ¿cómo podemos hacer una conexión entre prostitutas y mujeres liberadas? Aquellas mujeres confunden liberación con indulgencia sexual, de modo que les es difícil caer en cuenta de que se han vuelto ya las más rebajadas prostitutas.

Hoy las mujeres caucásicas comprenden las desventajas de la desigualdad sexual e identifican la distribución desigual de poder como su origen. Forman organizaciones para luchar por el voto femenino. . .

La mayoría de las mujeres ya son oprimidas tanto por el gobierno como por los hombres. El sistema electoral simplemente aumenta su opresión al introducir un tercer grupo soberano: las mujeres de la élite. Aún si la opresión sigue igual, de la mayoría de las mujeres se aprovecha la minoría de las mujeres…

Cuando unas pocas mujeres en el poder dominan a la mayoría de las mujeres sin poder, comienza a haber diferenciación desigual de clases entre las mujeres. Si la mayoría de las mujeres no quieren ser controladas por los hombres, ¿por qué quieren ser controladas por mujeres? Por lo tanto, en vez de competir con los hombres por el poder, las mujeres debiesen luchar por derrocar la soberanía de los hombres. Una vez que se les quite su privilegio, se volverán un igual con las mujeres. No habrá mujeres sumisas ni hombres sumisos. Esta es la liberación de las mujeres. Esta es reforma radical. ¿Por qué debiésemos contentarnos con el sistema parlamentarios existente y el movimiento por el sufragio como finalidad última? Si tan solo las mujeres interesadas pudiesen transformar su movimiento desde aquel que quiere ingresar al gobierno a aquel que quiere exterminar el gobierno!
天義 Tianyi [Justicia Natural], Vo1.7-10, Sep­tiembre-Octubre de 1907